domingo, 17 de mayo de 2009

FUEGO



También ardo cuando tu nombre me llama incansablemente
y el viento es un eco que resuena a lo lejos.
Como una suave y dulce melodía
mi cuerpo responde cuando el tuyo lo nombra.
Las notas una a una van componiendo el tema del amor,
desencadenando sobre tu piel los encantos de mis cadenas
que te atan suavemente
en los vaivenes de la mía.
Mientras se incendian los poros
de tu sedosidad y encanto,
mi fuente apaga el incendio
que ocasionó nuestra furia,
y recicla los restos, que ocasionó tu hoguera...

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